te regalo esta flor que me sorprendió un día, porque entre el gris de la hierva pisada y algo seca, ahí estaba con su color azul casi irreal, fuerte, inmutable, desafiante a los pies que como los míos podían apagar su belleza y sin embargo, no la vieron mis pies sino mis ojos, para hacerme reflexionar en el momento que estaba viviendo y empujarme a que como ella, yo también me mantuviera fuerte y desafiante ante la vida para dar lo mejor de mí. Ahora es tuya, te la regalo, y con ella toda la fuerza y esperanza... Ánimo guapa, tienes mucho color en tu vida con el que seguir alegrando este mundo. mil besos
pd:este finde he estado con tu tata en madrid y su pensamiento está todo el rato contigo :)
Me encantan las azulinas...y hay otras naranjas muy similares que me gustan más si cabe... a ver si las encuentro esta primavera, y te las puedo regalar, María.
ResponderEliminarMuchas gracias Vicky!!!
ResponderEliminarEs precioso. La flor desde luego tiene una luz propia.
Ya me dijo mi hermana que estuvistes en Madrid. Espero que todo fuera bien. Ya se que mi hermana está preocupadilla estando en Madrid,este miércoles la veré.
Besicos