Ababoles

Ayer en la cuneta vi unas amapolas. Eran las primeras de este año, las primeras de la primavera. Me encantan las amapolas. Son unas flores muy fuertes, pero no se las puede arrancar de su medio. Toda su belleza está en dejarlas en el campo, poniendo los puntos de color rojo a la pintura del paisaje de primavera. Y nos indican que ya está aquí el buen tiempo. Además, no se dejan ver todo el año. Son muy selectivas, para que nos sintamos unos privilegiados de verlas cada primavera...nada de pasar los calores del verano... Lo hacen para que nos sintamos privilegiados de verlas, y así es como tenemos que contemplarlas.

Me gustan las amapolas por su color, pero también por un juego que me enseñó mi madre. Consiste en abrir los capullos de amapola y justo antes de abrirla preguntar ¿es cura o monja? Cura es si está roja, monja, si los pétalos están todavía blancos o rosas clarito. En aragonés, son los ababoles. La palabra se desliza sola por los labios. Ser un ababol, significa que eres un inocentón, como las inocentes amapolas.